es representativa de las diferentes funciones que esos seres celestiales cumplen ante el Creador. Los gnósticos refieren que fueron los serafines en su forma de elohines o llamas quienes destruyeron Sodoma y Gomorra
En los contados casos en que eso ocurre, la descripción zoomórfica que se hace de esos “ministros” de Dios [serafines (semejantes a animales con seis alas —Isaías 6:2—), querubines (semejantes a animales con cuatro alas —Ez 1:6—), o arcángeles (seres en forma de antorchas —Ap 1:4; 4:5—)]
Rodean el trono de Dios y están en constante alabanza cantando el trisagio hebreo «Kadosh, Kadosh, Kadosh» («Santo, Santo, Santo es el Señor de las Huestes, la tierra está llena de su Gloria».
Cantan sin cesar la música de las esferas y tienen el poder de sanar.
"Los regentes de los serafines son Serafiel o Serafín, Jahoel, Metatrón, Miguel y Lucifer antes de la caída.'' Los serafines se caracterizan por el ardor y la pureza con que aman las cosas divinas y por elevar a Dios a los espíritus de menor jerarquía. Se les conoce como "las flameantes llamas del rayo", "rayos de fuego del amor" o, simplemente, "Llamas ardientes".